Evaluación del funcionamiento visual
La medición de la agudeza visual en niños representa un importante reto para el optómetra, dado que
puede ser una tarea laboriosa que requiere paciencia
y conocimiento; esto es especialmente cierto en los
niños más pequeños, quienes suelen perder interés
rápidamente durante la valoración de la agudeza visual (Technology for VISION 2020, 2004).
Las tareas de agudeza visual para niños pequeños
pueden dividirse en tres subtipos de acuerdo con el
tipo de estímulo usado (Rydberg, Ericson, Lennerstrand, Jacobson & Lindstedt, 1999).
1. Agudeza visual de detección: el estímulo debe
ser detectado o distinguido del fondo.
2. Agudeza visual de resolución: el patrón estímulo
debe ser resuelto como se hace con los tests de
mirada preferencial.
3. Agudeza visual de reconocimiento: el estímulo
debe ser reconocido por el sujeto como se evalúa
con los tests de letras o símbolos.
Cada uno de estos valores de agudeza visual puede
arrojar diferentes valores y sus resultados pueden
verse afectados en diversa medida por alteraciones
como la ambliopía y la baja visión, trastornos en los
que generalmente se ve un incremento en la disparidad entre los diferentes tipos de agudeza visual
(Leat, Shute & Westall, 1999).
De acuerdo con el estímulo visual utilizado, la evaluación de la agudeza visual en infantes y niños es
un proceso de dos pasos en que el niño responde
a un estímulo con un comportamiento o de forma
verbal y el evaluador interpreta esta respuesta como
indicativo de que el niño percibe o no el estímulo
(Harvey, Dobson, Tung, Quinn & Hardy for the Cryotherapy for Retinopathy of Prematurity Cooperative
Group, 1999).
La edad de aplicación de las pruebas de mirada preferencial va desde los seis meses hasta los tres años (Dobson, Salem, Mayer, Moss & Sebris, 1985). Algunos autores afirman que permite evaluar más fácilmente la agudeza visual en pacientes de 0 a 12
meses que en niños de 12 a 24 meses (Kohl & Samek,
1988).
Las técnicas de mirada preferencial proveen un método práctico para medir y comparar agudeza visual
monocular y binocular en infantes.
Entre las pruebas de mirada preferencial más utilizadas se encuentran las cartillas de Teller (figura 1),
introducidas por Teller y colaboradores en los años
ochenta con el fin de proveer un método para medir de manera fácil la agudeza visual en los niños en
la práctica clínica (Mein y Trimble, 1991). Permiten
una evaluación rápida (5 a 6 minutos) de los niños
normales por su fácil aplicación en este grupo de
edad (Cavallini, Fazzi, Viviani, Astori,
Zaverio, Bianchi & Lanzi, 2002; Kubatko-Zielińska, Krzystkowa & Pociej-Zero, 1993; Vital-Durand et ál., 1989). Son 17 cartulinas que tienen a un lado un patrón de franjas verticales blancas y negras y al otro una zona de un gris uniforme de igual luminancia media. En cada cartilla, las franjas tienen diferente frecuencia espacial; en el centro poseen un pequeño agujero por el que el profesional observa la respuesta del niño (Matilla & Bueno, 2004).
Zaverio, Bianchi & Lanzi, 2002; Kubatko-Zielińska, Krzystkowa & Pociej-Zero, 1993; Vital-Durand et ál., 1989). Son 17 cartulinas que tienen a un lado un patrón de franjas verticales blancas y negras y al otro una zona de un gris uniforme de igual luminancia media. En cada cartilla, las franjas tienen diferente frecuencia espacial; en el centro poseen un pequeño agujero por el que el profesional observa la respuesta del niño (Matilla & Bueno, 2004).
Cada lámina es presentada al paciente cuatro veces
y el examinador debe alternar la posición de presentación al azar. El paciente deberá identificar correctamente por lo menos tres de las cuatro presentaciones, para que pueda juzgarse que ése es su umbral de
reconocimiento. Se van presentando de las franjas
más gruesas a las más finas hasta que el examinador no pueda juzgar la posición del patrón de franjas
por los movimientos oculares del paciente. El test se
realiza a una distancia de 38 cm. Los resultados de
agudeza visual se registran usualmente en ciclos por
grado y la prueba provee una conversión al sistema
Snellen que puede ayudar al optómetra a relacionar
la medición con estas fracciones más familiares. Sin
embargo, es importante recordar que estas técnicas
de mirada preferencial proveen una medida de la
agudeza visual de resolución que no es estrictamente
igual a la agudeza visual de Snellen (reconocimiento) y cuya conversión tiene un significado limitado
(Leat et ál., 1999).
Como una alternativa para evaluar la agudeza visual
en discapacidad intelectual en niños de 1 a 3 años y
preescolares o adultos con discapacidad intelectual
se desarrolló el test de Cardiff (Adoh, Woodhouse &
Oduwaiye, 1992). Éste utiliza optotipos desvanecidos y la técnica de mirada preferencial. Según los
autores del test, provee una medición realista de la
agudeza visual y su aplicación comprobó ser altamente exitosa y de rápida administración en niños
preescolares (Adoh & Woodhouse, 1994). Consta de
un juego de
tarjetas con 12 niveles de agudeza visual (36 tarjetas), cada una de las cuales mide aproximadamente de 20 a 27 cm, y se puede aplicar a 50 cm o 1 m. Está basado en los principios de los tests de patrones de franjas, pero utiliza dibujos construidos a partir de líneas blancas y negras como el estímulo. Como los tests de patrones de franjas estos “optotipos invisibles” desaparecen en el fondo gris cuando las líneas están más allá del límite de resolución del niño. El niño puede nombrar las figuras (Leat et ál., 1999); sin embargo, deberá observarse el movimiento de los ojos del paciente.
tarjetas con 12 niveles de agudeza visual (36 tarjetas), cada una de las cuales mide aproximadamente de 20 a 27 cm, y se puede aplicar a 50 cm o 1 m. Está basado en los principios de los tests de patrones de franjas, pero utiliza dibujos construidos a partir de líneas blancas y negras como el estímulo. Como los tests de patrones de franjas estos “optotipos invisibles” desaparecen en el fondo gris cuando las líneas están más allá del límite de resolución del niño. El niño puede nombrar las figuras (Leat et ál., 1999); sin embargo, deberá observarse el movimiento de los ojos del paciente.
Para la evaluación de los niños de edad preescolar
se utiliza la cartilla de símbolos de Lea (figura 3),
desarrollada en 1976 y llamada así en honor a su inventora Lea Hyvärinen de Finlandia. Usa una serie
de optotipos simbólicos de una manzana, una casa,
un cuadrado y un círculo. Existen varias versiones
para visión lejana, cercana, sensibilidad al contraste, ambliopía y daño cerebral (Repka, 2002; Messina,
2006).
Símbolos de Lea fue la primera cartilla para evaluar
la agudeza visual en pacientes pediátricos en escala
logMAR. La agudeza visual de lejos se evalúa a tres
metros, aunque en niños muy pequeños se puede
realizar a dos metros. En niños mayores, la evaluación puede hacerse a seis metros.
Para la evaluación de niños de 5 años y mayores se
utiliza el optotipo de Lea de visión lejana plegable
de quince líneas, que consta de dos o tres juegos de
símbolos en las líneas inferiores que permiten medir
las agudezas visuales monocular (ojo derecho y ojo
izquierdo) y binocular utilizando un juego diferente
de símbolos; de esta forma se evita la memorización.
Sin embargo, estas cartillas con diferentes juegos de
símbolos en la parte inferior tienen un alto grado de
dificultad para los niños de 3 y 4 años, para los que
se recomienda la cartilla de diez líneas y solo un set
de símbolos (www.lea-test.fi).
Se ha encontrado que la prueba de Lea es útil para
la evaluación de niños en edad preescolar y que la
variabilidad en los resultados de agudeza visual puede deberse a la cooperación (Becker, Hübsch, Gräf, &
Kaufmann, 2002). Asimismo, los hallazgos indican
que detecta de manera confiable la ambliopía en pacientes colaboradores (Becker, 2000; Gräf, Becker &
Kaufmann, 2000) y que provee una medición de las
diferencias interoculares, similar a la obtenida con el
test de Bailey Lovie. Sin embargo, los resultados de
agudeza visual monocular obtenidos con Lea difieren de los obtenidos con Bailey Lovie; la diferencia
depende del nivel individual absoluto de agudeza
visual (Dobson, Maguire, Orel-Bixler, Quinn, & Ying.
Vision in Preschoolers (VIP) Study Group, 2003).
El HOTV es un test que puede utilizarse para la evaluación de la agudeza visual en los niños de edad
preescolar (figura 4). Está diseñado con cuatro optotipos de las letras H, O, T y V en versión sans serif.
Estas letras fueron elegidas por ser igualmente reconocibles
y máximamente distinguibles. Primero se enseñan los símbolos al niño utilizando tarjetas de demostración y luego se realiza el examen con el optotipo (Messina, 2008).
y máximamente distinguibles. Primero se enseñan los símbolos al niño utilizando tarjetas de demostración y luego se realiza el examen con el optotipo (Messina, 2008).
file:///C:/Users/luz/Downloads/Dialnet-PruebasParaLaEvaluacionDeLaAgudezaVisualEnPaciente-5599320.pdf











